¿¿Letras que te alucinan??. Un libro
impreso al igual que un libro digitalizado representan dos mares tan semejantes
en su apariencia física, que pensaríamos que navegar dentro de ellas sería como
utilizar un velero o un yate. No obstante, el hecho no sólo radica aquí, leer
un libro impreso no solo nos traslada a las experiencias más halagüeñas de la
vida, sino mas bien nos remite a una de las labores más sencillas e intuitivas
del ser humano. Ya que los conocimientos y experiencias adquiridos a los largo
de un libro impreso, se convierten en una de las más profundas reflexiones.
Sin embargo, la vida cada vez mas
digitalizada del ser humano, desborda
una gran cantidad de información que no ha podido ser digerida en su totalidad,
pues cada vez las nuevas tendencias nos proponen nuevos recursos que facilitan el
acceso a la información. Información cuya digestión no se ha visto reflejada
desde un punto de vista crítico, sino más bien desde un punto de vista más
superficial. Pues aunque estos recursos nos facilitan de manera instantánea la
organización de numerosos libros, su tan abrumante carga no nos permite
profundizar en la construcción de nuevos conocimientos. Pero al menos, considero que si ha nos llevado a construir comunidades de interacción cada vez mas dialógicas.
Por ello, aunque pareciera ser que los nuevos medios tecnológicos atrofian en cierta medida la capacidad de construcción de conocimientos, lo cierto es que es un recurso que esta generando un movimiento cultural que involucra a la sociedad como una unidad de conocimientos compartidos, la cual no es exclusivamente propia de los libros impresos como lo menciona Nicholas Carr en su obra ¿Qué esta haciendo el Internet con nuestras mentes?.
Por ello, aunque pareciera ser que los nuevos medios tecnológicos atrofian en cierta medida la capacidad de construcción de conocimientos, lo cierto es que es un recurso que esta generando un movimiento cultural que involucra a la sociedad como una unidad de conocimientos compartidos, la cual no es exclusivamente propia de los libros impresos como lo menciona Nicholas Carr en su obra ¿Qué esta haciendo el Internet con nuestras mentes?.
Cierto es que no hay satanisar a las nuevas tecnologías por el solo hecho de que vayan con lo tradicional, sin embargo me parece que la lectura absorta no debería desaparecer, ésta nos permite de viajar de una manera metafísica, por decirlo de una manera.
ResponderEliminarSi desapareciera el libro, dejaríamos de imaginar, solo es que hay que actualizarse vivir lo de hoy para no quedarnos en el yate en medio del mar sin saber como continuar.
ResponderEliminarEn una era donde la información es demasiada, los conocimientos se vuelven compartidos y sobre todo en una red de construcción de ellos.
ResponderEliminarAguas, Adriana (Ramírez)... mis abuelos no leyeron nunca un libro y estaban llenos de imaginación. sus cuentos e historias eran geniales. A la inversa, conozco colegas de universidad que repiten como loros lo que han le{ido, sin una pizca de imaginación.
ResponderEliminarMe pareció muy interesante el comentario de la entrada, de Adriana,cuando menciona la riqueza de procesos "compartidos", colaborativos que produce internet. Desde la perspectiva de Carr lo que importa es el proceso individual, el desarrollo intelectual personal. Pero desde el paradigma del conectivismo lo que importa son los procesos colectivos. Todo es "bueno" o "malo" según ciertos criterios. Dicho de manera pedante, según cierta "epistemiología"